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Benvinguts al blog de les biografies musicals relacionades amb JUDAS PRIEST.

La seva creació respon a la necessitat d' anar afegint noves dades que no es troben recollides en les actuals edicions en paper -tant a Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) com a Judas Priest. Los defensores de la fe (Quarentena Ediciones, 2012)-, així com informacions derivades de la seva publicació. Igualment vol servir de nexe entre l'autor i aquells lectors que vulguin expressar-li la seva opinió.

Su creación responde a la necesidad de ir añadiendo nuevos datos que no se encuentran recogidos en las actuales ediciones en papel
-tanto en Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) como en Judas Priest. Los defensores de la fe(Quarentena Ediciones, 2012)-, así como informaciones derivadas de su publicación. De la misma manera quiere servir de nexo de unión entre el autor y aquellos lectores que quieran expresarle su opinión.



27 de setembre 2013

¡K.K. Downing desvela alguno de los motivos que le llevaron a dejar Judas Priest!

Como se han hecho eco diversas páginas Web, como The Metal Circus o Rafa Basa, recientemente K.K. fue entrevistado por Dean Petley para Midlands Rocks.



Downing, quien recientemente comenzó una carrera como promotor de rock bajo el lema “El futuro del heavy metal”, afirma que, al contrario de los que se piensa, no se retiró del negocio de la música.
“Nunca me quitaré de encima la lacra del retiro, lo que pasó realmente fue que dejé Judas Priest, no me retiré. El retiro implica no ser físicamente capaz de hacerlo, pero ese no es mi caso. Simplemente no quería seguir, ya no disfrutaba. Habían cambiado muchas cosas. Creo que conté unas treinta razones por las que no continuar, y esos son un montón de motivos. Sinceramente, pienso que se ha cumplido un ciclo”.

Sigue contando el guitarrista: “Cuando formas parte de un equipo de compositores, obtienes el reconocimiento y la recompensa por el hecho de crear algo, pero para mí, Priest se convirtió en salir a tocar y hacer exactamente aquello con lo que la gente venía disfrutando los últimos veinte o treinta años. No obstante, entiendo a los fans, si yo pudiera ver a Eric Clapton con Cream sería la persona más feliz del mundo”.

Y continúa: “Lo bonito de estar en esta industria es poder crear e innovar, construir canciones y grabar buenos discos. Necesitas ser creativo, y eso se acabó con las descargas. Cuando envejeces, tu escala de valores comienza a cambiar, si no puedes ser creativo, ¿por qué seguir dedicando tu tiempo a esto?”.

Downing habla sobre las escasas posibilidades de crear joyas como Back In Black a causa del actual funcionamiento de la industria discográfica: “Supongo que si la industria siguiera en buena forma y la gente todavía se gastara su dinero en los discos, sería diferente, pero cuando das algo gratis automáticamente pierde su valor. Antes comprábamos un disco y aunque no fuera tan bueno, lo ponías un millón de veces hasta cogerle el punto, pero ahora no hay una segunda oportunidad.
En el pasado existía la oportunidad de crear un disco como Dark Side Of The Moon, British Steel o Back In Black, uno de esos álbumes definitivos a los que la gente siempre termina volviendo. Pero ahora creo que esa oportunidad de ha perdido, y para mí sería un milagro que discos de ese calibre volvieran a ver la luz.
Si un disco como Nostradamus hubiera sido editado en 1978, habría sido otro Dark Side Of The Moon, pero todo depende mucho del momento en el que lo haces. Al principio teníamos la oportunidad de escribir grandes canciones, tocar solos increíbles, y hacer interpretaciones vocales sobresalientes, pero la gente se ha acostumbrado a todo eso y es difícil conseguir una mínima reacción, que vuelvan a decir ‘Wow, ¿has oído el nuevo disco de Priest?’".


Concluye diciendo: "La industria ha cambiado mucho, veo a las compañías reeditando y adaptándose, y eso es un poco lo que nos ha pasado a nosotros; no ha sido agradable formar parte de todo eso. Es un poco timar a los fans porque todavía hay seguidores que hacen lo que sea por completar su colección. Aunque solo haya unos pocos dispuestos a comprarlo, si sacas una caja de 100 dólares podrás conseguir un buen pico, pero yo no me metí en la música para esto”.