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Benvinguts al blog de les biografies musicals relacionades amb JUDAS PRIEST.

La seva creació respon a la necessitat d' anar afegint noves dades que no es troben recollides en les actuals edicions en paper -tant a Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) com a Judas Priest. Los defensores de la fe (Quarentena Ediciones, 2012)-, així com informacions derivades de la seva publicació. Igualment vol servir de nexe entre l'autor i aquells lectors que vulguin expressar-li la seva opinió.

Su creación responde a la necesidad de ir añadiendo nuevos datos que no se encuentran recogidos en las actuales ediciones en papel
-tanto en Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) como en Judas Priest. Los defensores de la fe(Quarentena Ediciones, 2012)-, así como informaciones derivadas de su publicación. De la misma manera quiere servir de nexo de unión entre el autor y aquellos lectores que quieran expresarle su opinión.



26 de setembre 2008

Entrevista a Zumbarte

Entrevista a Marc Milà, autor del libro: Judas Priest - Los dioses del Metal
Por Locky Pérez

Después de publicar hace unas semanas la reseña del libro Judas Priest – Los dioses del metal, nos acercamos ahora al autor de la obra.

Marc Milà Hernández, nos descubre los pormenores de su trabajo. A través de sus respuestas, descubrimos a uno de los seguidores más acérrimos de Judas Priest que pueda haber en Catalunya y, posiblemente, España, capaz de encontrar los datos más increíbles sobre el grupo, de realizar varios viajes para presenciar sus conciertos y de recopilar todos y cada uno de los formatos en los que se han editado las grabaciones del conjunto británico.

¿Qué fue lo que te impulsó a decidirte a escribir este libro sin contar con experiencias previas?

Puede decirse que la motivación principal fue “terapéutica”. Como cualquier fan, era (y lo continuo siendo, aunque ahora intento ser un poco más disimulado y sutil) muy, pero que muy pesado y constantemente intentaba hablar del grupo en cualquier contexto y situación. A consecuencia de ello, amigos, familiares y conocidos ya empezaban a mirarme mal cuando insinuaba que iba a sacar el “tema”, y como tenía la intención de conservar estos lazos sociales, decidí ir ordenando cronológicamente toda aquella información que ya tenía o que iba conociendo del grupo para construir una especie de biografía. Eso sí, con la única idea de hacerlo para mi propio disfrute y pensando de forma totalmente idílica y remota en la edición de un futuro libro.

Por los apéndices que incluyes, se deduce que no se te ha escapado nada de lo que tenga que ver con Judas, incluso datos aparecidos en series de televisión, películas, etc. ¿Cómo has conseguido reunir toda esa información, digamos, ajena a los circuitos habituales del rock?

La verdad es que gran parte de estos datos curiosos muchas veces surgen por pura casualidad, sin ninguna intención premeditada: estás viendo la televisión o una película, escuchando una canción o leyendo alguna cosa y, de repente, aparece por allí el nombre de Judas Priest, lo que hace encender tus señales de alarma.

Por otro lado, también ayudan mucho los familiares y conocidos que, sabedores de la “enfermedad”, te tienen presente y te hacen llegar todo aquello que cae en sus manos sobre el grupo, como pasó por ejemplo con el libro La flaqueza del bolchevique.
Y finalmente, sería injusto y poco honesto, no nombrar Internet. Si sabes concretamente lo que buscas, es una fuente casi inagotable de información: no sólo por algunas páginas anecdóticas en las que se puede encontrar algún dato curioso (como los listados de videojuegos en los que aparecen sus canciones), sino sobretodo por las increíbles websites de los fans repartidas por todo el mundo que resultaron una fuente de inspiración constante y un punto de referencia inexcusable para tener acceso a los datos más antiguos y oscuros de la banda (como su participación en las campañas publicitarias de Burger King y Absolute, o sus apariciones cinematográficas).

¿Qué momento de la elaboración de este trabajo te supuso más dificultades a la hora de ponerte manos a la obra?

El proceso de elaboración de este libro quizás no ha sido el convencional ya que arrancó como un hobby allá por julio de 1993 y a lo largo de los siguientes diez años, fui aprovechándome de las épocas de vacaciones para ir ensamblando, en un primario esqueleto de su biografía, las declaraciones aparecidas en las entrevistas o las noticias que había recopilado a lo largo de esos meses e intentaba darle cierta coherencia al texto. Éste largo período de tiempo te permite acumular, sin ser demasiado consciente de ello, mucha información. Debo resaltar que el grueso del libro está sacado de las entrevistas publicadas mayoritariamente por la prensa española especializada, de algún programa de radio y de declaraciones contenidas en determinadas páginas web (todas estas fuentes aparecen detalladas en el capítulo titulado “Acto de contrición”, un apartado que quiero que sea entendido como un reconocimiento a todos estos periodistas y fans).

Este proceso de trabajo fue desarrollándose así hasta la vuelta de Rob a Judas Priest en julio de 2003, momento que creí suficientemente significativo para dar la obra por acabada. Desde ese momento y hasta junio de 2007 todo quedó en un documento de Word. Finalmente, a principios de octubre de ese mismo año y tras haber contactado con Quarentena Ediciones, acepto la propuesta de traducir el libro al castellano (el texto original está escrito en catalán) y en ese proceso darle los últimos retoques y ampliarlo considerablemente, para entregárselo a Pere Homs, el editor, en febrero de este 2008.
Curiosamente esos últimos cinco meses fueron los más estresantes, no sólo por lo que comporta la traducción, sino por el hecho de escribir los cuatro últimos capítulos, contrastar datos que en muchos casos eran contradictorios (todavía recuerdo algunas malditas fechas de los tours…), concretar y cerciorar la validez y la autenticidad de otros aspectos y sucesos en los que no reparas demasiado cuando escribes para ti, unificar criterios –tanto tipográficos como ortográficos-, trabajar codo con codo con las maquetadotas a la hora de crear la portada, elegir las fuentes o componer el apartado fotográfico, así como controlar mil y un detalles que van saliendo de la nada y que nunca se acaban. Todo ello con el handicap que supone el hecho de que mi profesión es otra que poco tiene que ver con el mundo de las letras, que me absorbe la mayor parte del tiempo, lo que comporta tener que destinar todas las horas libres a volcarse en este trabajo, viviéndolo al final más como una obligación que como una diversión.

¿Qué parte del contenido del libro piensas que puede sorprender más a quienes lo lean?

La gente que me ha hecho llegar críticas del libro, opina que no hay nada que les haya resultado desconocido, quizás porque -como tú de forma muy acertada comentas en la reseña publicada en www.zumbarte.com, el único mérito del libro está en haber recogido toda aquella información referida a Judas Priest que está en la mente de cualquier fan y haberla llevado al papel, respetando la cronología de los hechos tal y como se han desarrollado a lo largo de la historia de los “Sacerdotes”.
En todo momento he intentado que los datos aparecidos sean lo más fiables y contrastados posibles, con lo que espero que esto ayude a clarificar algunas cosas que son sabidas por todo el mundo pero de las que muchas veces se tienen diferentes versiones: cómo se les ocurrió sacar la moto y si ésta cayó en alguna ocasión encima del público, podrían ser dos ejemplos válidos.

Por otro lado, respecto al apartado de los apéndices pienso que hay un trabajo de búsqueda de datos muy amplio, ya que he procurado recopilar todos los referidos a su videografía y discografía (cómo, cuándo, dónde y quién grabó cada uno de sus álbumes, el listado de los singles que se extrajeron de cada uno de ellos -así como la posición que alcanzaron en la lista de éxitos-); la carrera fuera de Judas Priest de todos los miembros que han pasado por el grupo y sus colaboraciones con otros artistas; la aparición de las composiciones de la banda en innumerables recopilatorios; como se reparten los solos Glenn y K.K. en todas y cada una de las canciones y la relación de todas las fechas realizadas en las diferentes giras.
Del mismo modo, también creo curioso el pliego fotográfico en el que están recopiladas las diferentes portadas de todos sus trabajos, las de la mayoría de sus singles y las de sus programas de gira, así como también algunas entradas de sus conciertos. Además entre las fotografías que retratan a Priest, aparecen muchísimas que nunca antes han aparecido publicadas. Bueno, como ves, todo el libro me parece fantástico…

Aquí va una pregunta complicada. El libro, documenta de forma exhaustiva la trayectoria de Judas sin olvidar el más mínimo detalle aunque, a la hora de opinar sobre cada uno de los discos, me ha parecido que no has profundizado demasiado. Esto, ¿puede deberse a que no has querido comprometerte porque eres demasiado fan del grupo como para ser objetivo, o por algún otro motivo?

La intención a la hora de opinar sobre las canciones aparecidas en cada disco fue la de hacer una reseña bastante sintética, apuntando varias cosas pero intentando no emitir demasiados juicios de valor (a pesar de que en muchas ocasiones ha sido imposible, sobre todo en aquellos trabajos que pienso que no alcanzaron a un buen nivel), y reduciendo mi opinión a colocar únicamente un adjetivo que trata de englobar aquello que me transmite cada canción.

Quizás tengas razón y hubiese sido más rico haber hecho un análisis pormenorizado de cada composición, hablando tal vez de la temática (no puedo evitar remitir a quien esté interesado en este aspecto al libro Judas Priest – Canciones Vol.1 publicado por la Editorial Fundamentos), o de la estructura instrumental de cada canción, pero decidí tomar la otra opción sencillamente porque me era más satisfactoria.

¿En qué momento de tu vida entra en escena Judas Priest?

Calculo que fue un día de verano de 1983. En aquella época el metal empezaba a tomar fuerza por aquí y, junto a mis dos primos, empecé a escuchar esta bendita música. Recuerdo que entre los tres reuníamos Piece Of Mind, Wheels Of Steel y Ritchie Blackmore’s Rainbow y cuando alguno de nosotros juntaba suficiente dinero para comprar algún disco o conseguía que alguien le grabara uno, aquello era una fiesta. Imagínate lo que supuso para mí cuando ahorré las seiscientas cincuenta pesetas (“Precio redondo de CBS”, le llamaban) que costaba British Steel, mi primera cassette original, y, con toda la ilusión del mundo, me fui hacia casa. Saqué el precinto, puse la cinta, apreté el play y sonó "Breaking The Law"… Aquello fue brutal para unos oídos vírgenes como los míos, que desde ese primer momento han estado sometidos a la voluntad del “Sumo Sacerdote”.

Si a esto le añades que meses más tarde, cuando en el programa Tocata entrevistaron a Dave Holland junto a Obús para presentar el video de "Freewheel Burning", ví aquellas imágenes en las que la banda se mostraba con toda la parafernalia y la imaginería del metal llevada al extremo, pues imagínate…

Como seguidor del grupo, ¿a cuantos conciertos has asistido y, en algún momento, has tenido algún tipo de contacto con ellos?

De mi primer concierto hizo ya veinte años el pasado mes de mayo, y desde entonces los he conseguido ver trece veces más. Tras su vuelta a los escenarios con Ripper en el 98, hago lo siguiente: espero a que confirmen las fechas de la gira, principalmente por España, miro aquellas que caen en viernes o en fin de semana y hago las maletas hacia allí. Así, a parte de verles descargar todas las veces que han venido a Barcelona (1998, 2001, 2002, 2004 y 2005), mi ciudad, he conseguido verles algunas en Madrid (1998, 2001, 2002), y también en Milán (2001), Valencia (2004), Zaragoza (2005), Londres (2006) y Bilbao (2008). Viajar donde puedo para presenciar sus actuaciones tantas veces como me sea posible se ha convertido en una auténtica cruzada.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, el único contacto –un poco más largo que la simple foto o el autógrafo a la salida del concierto- que he tenido con ellos fue junto a una veintena más de personas en el meet & greet que organizó la revista Metal Hammer en el Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron cuando presentaron Jugulator. Lo cierto es que estaba tan alucinado que apenas articulé palabra. Todos me parecieron unas personas muy afables y cercanas, y para nada afectadas por los tópicos de la fama y el éxito. Recuerdo que fuera del pabellón había unas cien personas esperándoles. Cuando salieron y se dirigieron hacia el autocar, lo hicieron sin que les acompañara nadie de seguridad, parándose a firmar autógrafos y a hacerse fotografías con todo aquel que se lo pedía (¡hasta hubo padres que llevaron a sus hijos recién nacidos para que Glenn o K.K. los cogieran en brazos y poder inmortalizar la imagen!). Al día siguiente en Madrid pasó un poco lo mismo: aunque no había tanta gente esperándoles, todo el grupo -y muy especialmente Ripper- estaba flipando con el ambiente, creo que ni ellos se imaginaban que sus fans, tras tantos años fuera de circulación, les recibieran con semejantes muestras de admiración.

¿Qué opinas del trabajo que realizó Ripper Owens en su momento?

Aunque siempre se le ha criticado su falta de carisma encima del escenario, considero a Ripper un cantante con unas condiciones vocales que están fuera del alcance de cualquier humano y en todos los shows que le he visto se ha mostrado insuperable. La marcha de Halford y la posterior llegada de Owens creo que fue uno de los momentos más delicados de la carrera de la banda y es por eso que es una de las partes del libro donde hay mayor profusión de datos. Los elepés de estudio editados en esos años fueron, como marca la tradición de Judas Priest, fruto de su constante evolución y del interés por no perder comba, tomando elementos de las diferentes corrientes que en aquel momento estaban en boga y adaptándolas a su personal estilo. Con Jugulator creo que hicieron un meritorio disco con canciones fantásticas y por lo que atañe a Demolition -sin parecerme un buen disco- considero que tiene excelentes piezas, aunque muy poco valoradas, como es el caso de "Feed On Me" o "Hell Is Home". Por su parte el directo Meltdown me parece brutal (el inicio todavía me pone los pelos de punta), mientras que Live In London, comparativamente, me parece flojito y pensado para cumplir contractualmente (si bien su edición en DVD era necesaria).
Lo que me sucede es que ninguna de estas composiciones me llega como lo hacen los clásicos de antaño, pero esto, de la misma manera que las pocas ventas de Demolition y la escasa asistencia a sus conciertos de presentación, nunca fue culpa de Ripper: él únicamente se limitó a cantar –y cabe decir que de manera excelsa- aquello que compusieron Tipton y Downing.

La dedicación a seguir los pasos de Judas Priest, ¿está muy por encima de otras bandas o tienes alguna otra predilecta?

Sin lugar a dudas, la devoción que siento por Judas Priest no la tengo por ningún otro grupo. Aunque si me preguntas por mis bandas favoritas, el primer nombre que me viene a la cabeza es el de Saxon pero, aún a riesgo de parecer pedante, no creo que jamás pueda llegar a acumular tanto conocimiento de otra formación como el que he aglutinado de los “Apóstoles”.
Crear esta obra ha sido un hobby que se ha venido desarrollando a lo largo de muchísimos años. Los dioses del metal, está concebido como una muestra de idolatría, como el tributo que rindo a la banda a la que admiro y que con su música me ha acompañado, y todavía lo hace ahora, a lo largo de las diferentes etapas de mi vida. Los músicos hacen versiones de las canciones de Judas Priest porque les gusta el grupo, yo, sencillamente, he escrito un libro.

¿Cuáles son para ti, los tres mejores álbumes de Judas y porqué?

Pienso que Sad Wings Of Destiny, British Steel y Defenders Of The Faith, serían los elegidos. Con Sad Wings Of Destiny inspiraron a todas las bandas de la incipiente NWOHM: sus constantes combinaciones de pasajes llenos de luces y sombras, los agudos de Halford y la manera de tocar de Tipton y Downing, fueron la fuente de la que bebieron todas ellas.

Con British Steel -su piedra angular- conjugaron una serie de elementos difícilmente repetibles que dio lugar a una magna obra con la que marcaron la senda a seguir por los grupos que, como Metallica, Slayer o Anthrax, capitanearían la escena metálica durante los últimos ochenta y los primeros noventa.
Con Defenders Of The Faith marcaron el estándar del heavy metal tal y como se conoce ahora, creando un equilibrio perfecto entre fuerza y melodía, entre estribillos hímnicos y guitarras demoledoras, fluyendo todo a través de una voz memorable que catapultó al estilo a cotas musicales y comerciales inimaginables en la que acabó siendo la época dorada del género.

¿Cuál es tu patrimonio personal sobre material del grupo?


Como todo fan, siempre quieres tener todo lo que se edita sobre los “Defensores de la fe” y cualquier cosa que lleve el nombre de Judas Priest ya es susceptible de ser coleccionado. Así, a parte de todos sus discos (repetidos la mayoría en sus diferentes formatos), sus singles y decenas de piratas, me encanta coleccionar toda clase de merchandising, las revistas en las que aparecen, los carteles de gira y aquellas cosas promocionales que van llegando a mis manos; también tengo interés por hacerme con los recortes de la prensa generalista que anuncia o reseña sus conciertos (la mayoría no tienen desperdicio…).
Por otro lado, guardo con mucho cariño las entradas, los autógrafos y las fotos con ellos, así como la carpeta del vinilo de Jugulator firmada por todos. Ahora mismo voy detrás del gusano fluorescente del cd-single A Touch Of Evil y del retail display de Nostradamus con el que cubren los arcos de alarma de las tiendas de discos (creo que ya he conseguido convencer a un vendedor para que me lo pase…) para que haga compañía al que ya tengo de Rob montado a lomos de su motocicleta y que distribuyeron con motivo de la promoción de Resurrection.

A vista pasada, ¿qué conclusiones has sacado de esta experiencia?

La experiencia no puede ser más gratificante porque ver publicado el trabajo de media vida, es lo más cercano a haber hecho realidad un sueño. Sólo puedo estar agradecido con la gente que ha estado a mi lado a lo largo de todos estos años participando y colaborando de una manera u otra en este proyecto, y con Pere Homs por la valentía de dar el sí para la edición de esta obra. Si además ahora la gente te va comentando que ha disfrutado de su lectura y valora el trabajo y el esfuerzo que hay detrás, pues la satisfacción no puede ser mayor.
Por otro lado mi profesión no tiene nada que ver con el mundo del periodismo o las letras y ponerse a escribir, aunque sea un libro como este, requiere muchas horas de las que, por motivos laborales, no dispongo. Esto ha comportado, como ya he comentado antes, que en algunos momentos “maldijera” el día en que me comprometí con Quarentena Ediciones para entregarles el libro, ya que siempre necesitas más tiempo del que realmente dispones para hacer las cosas como a ti te gusta.
No querría despedirme sin antes daros las gracias a ti y a www.zumbarte.com por la oportunidad que me brindáis a través de esta entrevista para dar a conocer entre vuestros visitantes y lectores el libro Judas Priest – Los dioses del metal, así como tampoco sin recordar que todos los beneficios derivados de los derechos de autor del libro, los donaré a la obra social de la fundación de una conocida clínica oftalmológica de Barcelona.

Un saludo,

rockead duro y sed libres.