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Benvinguts al blog de les biografies musicals relacionades amb JUDAS PRIEST.

La seva creació respon a la necessitat d' anar afegint noves dades que no es troben recollides en les actuals edicions en paper -tant a Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) com a Judas Priest. Los defensores de la fe (Quarentena Ediciones, 2012)-, així com informacions derivades de la seva publicació. Igualment vol servir de nexe entre l'autor i aquells lectors que vulguin expressar-li la seva opinió.

Su creación responde a la necesidad de ir añadiendo nuevos datos que no se encuentran recogidos en las actuales ediciones en papel
-tanto en Judas Priest. Los dioses del metal (Quarentena Ediciones, 2008) como en Judas Priest. Los defensores de la fe(Quarentena Ediciones, 2012)-, así como informaciones derivadas de su publicación. De la misma manera quiere servir de nexo de unión entre el autor y aquellos lectores que quieran expresarle su opinión.



09 de novembre 2013

Imatgeria religiosa (X).

A lo largo de los años, la irrupción de Rob Halford en el escenario a lomos de una Harley Davidson se ha convertido en algo más que una imagen iconográfica. Pero ya se sabe: tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe... ¡Y eso mismo le ha pasado a Rob en un par de ocasiones!. El primer incidente del que hay constancia fílmica tuvo lugar en el CNE Grandstand de Toronto, el 19 de agosto de 1991 (en el marco de los conciertos Operation Rock' n' Roll), cuando el borde de la escalinata que al elevarse permitía la salida del cantante, impactó en su cabeza. La subsiguiente anécdota se detalla en Judas Priest - Los dioses del metal, y posteriormente en Los defensores de la fe.


Años más tarde, en el concierto que ofrecieron en el Ginásio Nilson Nelson de Brasilia, el 15 de septiembre de 2011, dentro de la gira Epitaph, la moto se vino encima de Hob antes de que pudiera colocarle el caballete. El incidente, aunque aparatoso, no tuvo mayores consecuencias aparentes en la salud del vocalista.



Eso sí, en ninguno de los casos pierde la compostura y el sentido del humor. ¡Que se lo pregunten sinó al asistente que lo acompaña hasta el escenario, aunque el medio de transporte sea más rudimentario...!